sábado, 13 de marzo de 2010

EL NOMBRE DEL VIENTO, Patrick Rothfuss

Al inicio del libro se lee:

"Volvía a ser de noche. En la posada Roca de Guía reinaba el silencio, un silencio triple."

Anoche hubo un cuarto silencio, aquel doloroso silencio que se genera cuando terminas la última hoja de un buen libro. Un silencio que mezcla admiración y tristeza. Pero no fue este el único silencio que me sacó este relato. En realidad habría un quinto, un sexto, un séptimo... Por que este libro, al igual que muchos otros buenos libros, nos hace abstraernos tanto y de tantas cosas que mientras leemos cada una de sus palabras nos olvidamos de todo. Logra transmitirnos el irrefrenable deseo de meterse en la cama para leer, o en el autobús, o esperando a un amigo en la calle. Incluso logra que deseemos continuar con su lectura mientras esperamos que la maquina exprendedora de café nos sirva nuestro capuchino de las 8:30 de la mañana.

Pero me estoy distrayendo.

El libro no es un montón de palabras bien escogidas impresas en unas hojas de papel, o un argumento notablemente escogido, o tantos y tantos elementos que conforman un buen libro. Para mí, es sobre todo una narración audaz, rápida y exquisita, mezclando con acierto la primera y la tercera persona.
Su argumento es uno de aquellos que destaca, pues rompe con la mayoría de relatos de fantasía medieval que he leído y hace que su intriga se vuelva exasperantemente dulce.
Y en definitiva, es, como debe ser, el surgir de un personaje de ficción que se mantendrá en el recuerdo de un servidor así como el hallazgo de un nuevo escritor que servirá de ejemplo para mis propios escritos.

RECOMENDADO
"Un libro sobresaliente. Un nuevo clásico de fantasía medieval."

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